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Pertegaz en El Canal de Isabel II

MARÍA TERESA GARCÍA PARDO, DOCTORA EN HISTORIA DEL ARTE

PERTEGAZ EN EL CANAL DE ISABEL II

Sala de Exposiciones Canal de Isabel II. C/ Santa Engracia, 125

 

SALA DE EXPOSICIONES DE EL CANAL DE ISABEL II

El edificio fue construido entre los años 1907 y 1911 por el ingeniero Diego Martín Montalvo y el arquitecto Ramón de Aguinaga.

De estilo ecléctico, es una obra monumental de carácter industrial que destaca por su bella estructura exterior de ladrillo, su planta circular, sus contrafuertes en talud y su cubierta metálica rebajada.

En 1986 el edificio fue restaurado y acondicionado como sala de exposiciones, por los arquitectos Javier Alau y Antonio Lopera.

La sala de exposiciones Canal de Isabel II, está ubicada en un antiguo depósito de agua del Canal, se ha constituido como un espacio de referencia nacional e internacional en el mundo de la fotografía y la imagen, gracias a una línea de programación especializada mantenida desde sus inicios.

 

PERTEGAZ Y LA ELEGANCIA

Manuel Pertegaz, (Olba, Teruel, 1918 – Barcelona, 2014)

De niño su familia se trasladó a Barcelona y trabajó como aprendiz en el taller de una sastrería donde se hizo consciente de su pasión por la moda femenina.

A los 25 tenía ya su propio taller y toda la alta burguesía catalana se ponía en sus manos.

En 1942 puso en marcha su primera casa de alta costura en la Diagonal.

Era creativo, trabajador y constante.

Su primera colección, marcada por la originalidad y la elegancia, le identificaba con los cisnes y con Audrey Hepburn.

Le presentó la condesa de Romanones, con quien inició una gran amistad.

Tras su éxito en Cataluña, decidió abrir sede en Madrid en 1948.

Hizo historia a partir de los años 50, definiendo su estilo como la ausencia del mismo, siendo una esponja de las corrientes de la época.

Era un gran perfeccionista y adaptó las tendencias al gusto de sus clientas.

Elaboraba modelos para el cuerpo y no buscando cuerpos a quienes sentaran bien sus modelos.

Residió siempre en Barcelona, pero Pertegaz logró internacionalizar su marca.

En los años 50 tuvo un gran éxito en Estados Unidos, que precedería sus ventas por medio mundo y sus relaciones con Balenciaga, Dior o Chanel.

En 1954 sus prendas ocuparon escaparates de la Quinta Avenida.

La revista Vogue se hizo eco de sus colecciones y acudió a diversas galas en México junto a Valentino y Oscar de la Renta.

A la muerte de Christian Dior, a los 52 años (1905-1957), su firma le propuso coger su testigo, pero él rechazó la oferta para permanecer fiel a su costura y a sus clientas españolas, que le hicieron sus encargos en lugar de recurrir a las firmas francesas.

Al no marcharse a París a consagrarse, como muchas de las estrellas textiles de su generación, y coincidir en el tiempo con grandes nombres como Dior, Ricci y Givenchy, su presencia en las revistas y en los armarios de las celebridades del momento y su popularidad, fue menor. Pero no su talento.

Vistió a Carmen Polo y a la marquesa de Villaverde. Recordaba los pases de modelos en los que desfilaban Teresa Gimpera y Naty Abascal.

De Doña Sofía decía que una vez le hizo un traje azul para un viaje oficial a Francia en los años 70 y que le recomendó llevar medias azules a juego, pero la reina no aceptó.

Narraba anécdotas de sus clientas más ilustres, entre ellas, aseguraba que siempre cobró a Carmen Polo, y que si le hacía rebaja en el precio era porque también se la hacía su compañero Pedro Rodríguez.

Se cuenta que Pertegaz le aconsejó a Carmen Polo que se pusiera perlas para dulcificar su rostro.

En los 70 tuvo que adaptarse a la moda imperante prêt-à-porter, sin desdeñar su especialidad: la alta costura.

Pertegaz heredó la clientela clásica de Balenciaga cuando éste se retiró.

Cristóbal Balenciaga (Guetaria, Guipúzcoa, 1895 – Valencia, 1972), uno de los creadores más importantes de la alta costura, que desempeñó su trabajo principalmente en la ciudad de París.

Pertegaz tuvo que cerrar su taller a finales de los 70, con la llegada del prêt-à-porter, para reabrirlo después con su clientela fiel que se seguía haciendo trajes a medida.

En esa época su musa era la marquesa de Samaranch, su más íntima amiga, a quien vistió desde su boda en 1955.

Fue pionero en lanzar al mercado perfumes y accesorios.

Su legado fue tan exitoso que en las últimas décadas de su vida se sucedieron los homenajes.

En 1997, con 80 años, se atrevió a presentar sus primeros diseños masculinos, aunque antes había lanzado perfumes.

En 1999 recibió la Medalla de Oro de las Bellas Artes y otros muchos galardones. Eso le animó a no retirarse nunca, lanzando colecciones de joyas.

El Museo Reina Sofía le brindó una retrospectiva en 2004 en la que sus modelos se dispusieron junto a fotografías que evocaban la época en la que fueron creados.

En el mismo año 2004 le dieron la Aguja de Oro y logró el encargo más importante de su vida: el vestido de novia de la futura Reina Letizia.

El vestido, con cuello corola (tipo chimenea) y bordado en flores de lis, fue un éxito de crítica y público.

Pertegaz siempre agradeció este encargo a la Casa Real y se mostró muy orgulloso de él.

Después siguió en su taller de la Diagonal, prácticamente hasta su muerte.

Manuel Pertegaz se lamentaba de que en todas las entrevistas le preguntaran:

· Por qué rechazó la oferta de la casa Dior en 1957, para suceder al diseñador, dejando vía libre a un jovencísimo Yves Saint Laurent.

· Qué sintió cuando desde Casa Real le propusieron crear el vestido de doña Letizia para su boda con el Príncipe Felipe.

Pertegaz ha dejado una obra exquisita a la altura de otros grandes de la moda como Balenciaga o Dior.

Esta exposición es la continuación natural de una primera exposición dedicada a Jesús del pozo en 2016, realizada por la Oficina de Cultura y Turismo de la Comunidad de Madrid para resaltar la importancia de la moda como una de las industrias culturales más importantes de nuestro país.

 

La retrospectiva consta de una sala principal que da la bienvenida al visitante con piezas icónicas y representativas de su carrera, una primera y segunda planta donde conviven prendas de alta costura con otras de pret-a-porter en los 70, momento en que versionó con gran habilidad sus creaciones para amoldarse a los nuevos tiempos y a una mujer más universal.

Por último, en la planta tercera se muestra la creatividad del maestro en los trajes de novia, desde el más convencional al más extraordinario.

La muestra es un homenaje a este modisto, uno de los creadores esenciales de la moda española.

Está formada por una amplia selección de piezas cedidas para la ocasión principalmente por Pertegaz Studio, pero también por coleccionistas privados y por instituciones como el Museo del Traje CIPE o el Centro de Documentación y Museo Textil de Terrassa.

Información obtenida de la web Fundación Canal de Isabel II y de otras páginas que hacen referencia a Pertegaz.

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